El pasado 21 de noviembre se realizó la tradicional toma de muestras en los ibones de Baños y Sabocos, además del muestreo de compuestos orgánicos en éste último.
Finalizados los trabajos de movimiento de los residuos del vertedero al depósito de seguridad de Bailín, era muy importante volver a tomar muestras para comprobar si se volvían a detectar HCH (hexaclorociclohexanos) en las aguas del lago de Sabocos y en que proporción se presentan los distintos isómeros.
Las muestras han sido enviadas al Laboratori d’Espectrometria de Masses-Contaminants Orgànics (IDAEA-CSIC) para su análisis. Los resultados podrán ser comparados con los obtenidos en los muestreos precedentes (2011, abril 2014, agosto 2014). Esto nos permitirá evaluar con mayor precisión la persistencia y acumulación de los compuestos orgánicos detectados en las aguas del ibón, y determinar si las operaciones de traslado de los residuos al depósito de seguridad han podido producir algún tipo de impacto.

Una vez más gracias a la ayuda de Aramon Panticosa pudimos accederal ibón de Sabocos con todoterrenos
En esta ocasión sólo nos podíamos desplazar 4 investigadores, lo que condicionaba el material a llevar y los métodos de muestreo. Una vez allí comprobamos que los vehículos de la estación no nos podían acercar hasta la orilla del ibón Por ello tuvimos que cargar con todo el material por las laderas cubiertas por un manto de nieve, lo que dificultaba aun más el trasporte.

Una de las tareas más ingratas y duras es trasportar el material, el instrumental y los equipos por la montaña.
Al llegar a la orilla del ibón, nos dimos cuenta de que la barca tenía varios agujeros por debajo de la línea de flotación que hacían inviable la navegación y el muestreo con la bomba peristáltica (que también habíamos acarreado).
Otra nueva situación en la que tuvimos que emplear el ingenio ante la adversidad improvisando otro método de muestreo. Atando las botellas a una boya el buceador las arrastró hasta la zona de muestreo. Una vez alcanzada tuvo que descender hasta los 6 metros de profundidad con las botellas de muestreo llenas de aire, lo que supuso un tremendo esfuerzo para el buceador a pesar de ir sobrelastrado.
Esta situación volvió a poner de manifiesto la utilidad del “Ibonator” como instrumento de toma de muestras, que esta vez se había quedado en el laboratorio al haber elegido la bomba peristáltica.

El buceador traslada las botellas de muestreo hacia el centro del ibón, lugar donde debe sumergirse 6 metros para tomar las muestras.
Al finalizar la toma de muestras, Alfonso Pardo realizó una filmación de los fondos del ibón de Sabocos, desde la orilla hasta los 22 m de profundidad, tomada en un único plano-secuencia. La inmersión de 10 minutos de duración se ha resumido en un video de unos 4,5 minutos. Es interesante ver los cambios en el bentos conforme aumenta la profundidad y disminuyen la luminosidad y la visibilidad. Creemos que es un interesante documento audiovisual para todos aquellos que no han podido sumergirse en un ibón de estas características.
Tras muestrear el ibón de Sabocos y realizar la filmación, nos desplazamos al ibón de Baños donde tomamos las muestras de la campaña de otoño de 2014. El muestreo fue rápido y sin incidentes. Aprovechando la cámara GoPro Hero 3 que Fernando Garcés (buceador del Club ZCO) nos había prestado, se decidió filmar las surgencias de aguas termales que habían sido identificadas durante el muestreo de verano de 2014.
De nuevo Alfonso hizo un plano-secuencia de la inmersión desde la zona del embarcadero hasta las 3 surgencias localizadas. El video editado es un interesante documento gráfico. Las condiciones de filmación fueron óptimas, una sorprendente transparencia de las aguas y un día soleado que iluminaba el fondo del ibón.
Los videos también pueden visionarse en la web de ZCO:
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